Este verano tuve uno de esos eventos familiares en los que uno tiene que ir arreglado y complementado hasta los pelos y acaba por comprar cosas muy monas pero poco utilizables en el tiempo, y mientras encontraba un vestido más o menos arreglado que luego pudiera ponerme, unos zapatos que ídem y un bolso que a ser posible no llevara ni brillos ni lentejuelas nacionales (que parece que cuanto más brillo, mejor es el objeto en cuestión), bueno pues pensé en hacer un bolso reutilizable y esto es lo que salió una tarde después de darle al diseño algunas vueltas y varias tazas de té.
Este es el bolso tal como quedó al coserlo, luego, como lo veía un poco negro pensé en ponerle un forro por dentro y compré dos telas
Finalmente, me decanté por la negra con los lunares blancos y he dejado la blanca para hacer un cuerpo con ella.
La verdad es que con el conjunto completo se quedó fenomenal.
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